El T-34 es uno de los carros de combate más famosos de la Segunda Guerra Mundial y el segundo más producido de la historia por detrás del T-55 y el más producido durante dicha guerra. Fue un carro de combate revolucionario al equilibrar la trinidad de potencia de fuego, protección y movilidad en su época. Además, la mayor parte de sus planchas de blindaje estaban inclinadas, haciendo que los 45mm de blindaje que tenía en el chasis le proporcionaran una mejora sustancial en protección.
Entre sus ventajas podemos destacar que estaba muy bien protegido para 1941, sobre todo teniendo en cuenta que se trataba de un carro de combate medio. Además, su cañón multipropósito le permitía acabar con otros carros de combate a largas distancias, mientras que con su calibre de 76,2mm podía ser usado como apoyo de la infantería. Otro aspecto a destacar era su elevada relación potencia/peso gracias a su motor de 500CV y su peso inicial de 26,3 toneladas.
Sin embargo, distaba mucho de ser un carro de combate perfecto. Las radios escaseaban y sólo las llevaban los carros de mando. Para la comunicación se usaba o un sistema de luces o mediante banderas de colores, lo cual dificultaba las labores de mando. Su fiabilidad fue en aumento durante el conflicto, pues algunas de las primeras unidades llevaban una transmisión de repuesto encima debido a su fragilidad. La torreta de dos tripulantes estaba anticuada, mientras que los alemanes ya las usaban de tres y hasta el T-34-85 no se corrigió este defecto. El uso de la suspensión tipo christie limitaba el aumento de peso del vehículo y hacía que se balanceara mucho yendo campo a traviesa. Otro defecto que compartía con otros carros de combate soviéticos era la baja calidad de las ópticas.
Hubo otros factores que hicieron que el rendimiento de este carro de combate fuera bajo durante la Operación Barbarroja, como el efecto de las purgas poco antes de la guerra y el descenso de oficiales cualificados y personal militar entrenado. Muchos de estos vehículos no llevaban munición perforante durante el estallido de la Segunda Guerra Mundial, lastrando su rendimiento en las fases iniciales.
Con todo lo bueno y lo malo que tuvo, los alemanes no se alegraron de encontrárselo, al igual que al KV-1. Ambos eran inmunes a los cañones del Panzer III y IV, por lo que salvo a cortas distancias, disparando en los flancos, usando munición subcalibrada o empleando antiaéreos en el rol anticarro, los T-34 eran objetivos impenetrables. Su bajo rendimiento estuvo relacionado con los defectos y problemas que sufrió en sus inicios, así como en la incompetencia de las tácticas y estrategias de los altos mandos soviéticos.
Las grandes pérdidas de 1941 provocaron que las mejoras del T-34 estuvieran enfocadas en corregir errores y en mejorar la velocidad de producción por encima de mejoras que pudieran suponer un cañón más potente o una mejor protección. Sólo se permitieron algunas mejoras, como los cambios de torreta y la radio que fue añadida de forma proporcional, pero hasta 1944 no estuvieron el 100% de los T-34 equipados con radios.
Se desestimaron mejoras interesantes como la del T-34M, que empleaba una torreta diferente, muy parecida a la que luego pasó a ser la torreta del T-34 modelo 1943 (fabricada ya en 1942). Una de las virtudes del T-34M era su suspensión basado en barras de torsión que finalmente nunca se llegó a implementar. A finales de 1943 empezaron a verse los primeros T-34-85, montando el D-5T y posteriormente produciéndose ya con el ZiS-S-54 de serie. La torreta albergaba un cañón de 85mm y tres tripulantes. Se mejoraba la potencia de fuego, tanto contra otros carros de combate como contra objetivos inmóviles gracias al aumento del calibre y mayor carga de las municiones de Alto Explosivo (HE). También se mejoraba la protección al tener una torreta mejor blindada, aumentando el peso del T-34 hasta las 32 toneladas de peso.
La mejora del T-34 al T-34-85 vino muy tarde en mi opinión. Los altos mandos soviéticos no mostraron el suficiente interés en rearmar y mejorar las prestaciones del T-34 hasta que ya estaba obsoleto. Así como en 1941 y 1942 el T-34 era un gran adversario, para 1943 ya era un vehículo que podía ser puesto fuera de combate a largas distancias y la potencia de fuego de su cañón estaba quedándose atrás mientras los alemanes montaban ya desde 1942 cañones con municiones perforantes más potentes. Todo esto sin hablar ya de los nuevos modelos Tiger o Panther que llegaron para 1943 cuando el T-34-85 todavía se estaba preparando.
Como conclusión, creo que el T-34 era un carro de combate con buenas virtudes a las que no les supieron sacar el rendimiento adecuado y que su mal desenvolvimiento durante la Segunda Guerra Mundial tiene mucho que ver con factores ajenos al propio vehículo. Su potencia fue desaprovechado a pesar de que para finales de 1942, la situación en el frente este había mejorado sustancialmente.
Artículo creado por ACB, el Mutie