Sin duda alguna, el carro de combate más conocido de la Segunda Guerra Mundial. La aparición del T-34 supuso un shock importante para militares tan importantes como Heinz Guderian y pronto se comenzó a preparar una nueva serie de vehículos para contrarrestar a los soviéticos. El KV-1 y KV-2, a pesar de sus grandes defectos motrices, eran adversarios muy complicados de combatir debido a la escasa potencia de fuego alemana por aquel entonces. Portaban cañones capaces de abatir a los carros alemanes a largas distancias, mientras que para poder penetrarlos había que disparar a muy cortas distancias o usar cañones antiaéreos.
El Tiger I fue una solución de paso, ya que en ese momento se habían visto las ventajas del blindaje inclinado, pero el haber intentado aplicarlo en el Tiger I hubiera creado retrasos en su desarrollo. Sin embargo y a pesar de todo, el espesor del blindaje del Tiger I era suficiente para proteger a sus tripulantes de la mayoría de cañones de la época y su cañón era más potente que cualquier otro montado en cualquier carro de combate por aquel entonces.
Las primeras unidades Tiger I empezaron a combatir a finales de 1942, eliminando el factor sorpresa y permitiendo a los soviéticos examinar algún ejemplar capturado. Por un lado no se esperaban ver ese modelo fabricado en masa, pero por otra parte, había posibilidades de que Alemania estuviera desarrollando nuevos carros de combate y dejar obsoletos a los soviéticos, lo cual alentó a la URSS a modernizarse en vez de seguir en sus trece de favorecer las producciones por delante de todo.
Mientras que la guerra se estaba desequilibrándose a favor del bando aliado, Tiger I fue examinado a conciencia para ver sus puntos débiles. Incluso el lateral de 80mm de blindaje (82mm) eran casi impenetrables para los cañones de 76,2mm soviéticos y totalmente invulnerables a los cañones de 45mm convencionales. La llegada de cañones largos de 45mm, cañones de 85mm y 122mm, rebajaron la protección del Tiger I, pero esto no era un problema porque para 1944, que es cuando ya empezaban a abundar todos estos cañones, Alemania ya estaba produciendo el Tiger II.
El desempeño en combate del Tiger I fue positivo, tanto en los ratios de bajas, como en la moral que proporcionaban a las tropas. Entre las opiniones vertidas suele haber dos corrientes, una pro-tiger indicando que era el mejor carro de combate de la Segunda Guerra Mundial y capaz de enfrentarse a cualquier enemigo y otra que que sólo se centra en indicar que tenía muchas averías o que requería mucho mantenimiento.
La verdad está en un punto intermedio. Sus ratios de bajas están inflados, como ya hemos podido analizar en esta página y a pesar de ser bastante exigente en cuanto a su mantenimiento, no se averiaba a cada kilómetro.
En mi opinión y para concluir, fue un carro de combate revolucionario que hizo pensar a sus adversarios, en especial a los soviéticos, marcando un antes y un después, animando a las tropas alemanes y causando terror a sus enemigos que llegaban a confundir a los Panzer IV con los Tigers más a menudo de lo debido. Sin embargo, no era un arma definitiva y su baja producción indicaba que no era un carro milagroso, sino un arma de apoyo táctico, empleada como apagafuegos en sectores donde se requería una potencia de fuego que no había.
Artículo creado por ACB, el Mutie
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