Durante la Guerra Civil Española, donde se enfrentaron carros de combate como el T-26 o el Panzer I, España diseñó y fabricó varios carros de combate en pequeñas cantidades. El Capitán de Artillería D. Félix Verdeja Bardales, conocedor del Panzer I Ausf. A y B alemanes y del T-26 soviético, preparó un nuevo diseño que aventajara a los actuales carros de combate, ofreciendo mejor protección y fiabilidad, ya que el tren de rodaje de los vehículos del momento era frágil y ofrecía problemas a menudo. El 6 de septiembre de 1937, D. Félix fue destinado al Batallón de Carros de Combate, encargado de la Compañía de Talleres y allí comenzó a preparar el Verdeja.
El Verdeja Nº1
Se construyó un primer prototipo con un nuevo sistema de cadenas que evitaba el descarrilamiento de las ruedas de rodadura gracias a unos canales en los eslabones. El 10 de enero 1939 se probó por primera vez en San Gregorio (Zaragoza). Se hizo una segunda prueba pocos días después. Las buenas impresiones dieron luz verde a su continuidad, por lo que se construyeron dos unidades de pruebas, uno fabricado en hierro para acelerar su fabricación y el otro con blindaje de acero. En su fabricación se emplearon dos motores Ford V8 modelo 79 de 85CV.
El Verdeja Nº1 nació en agosto de 1940, cuando se completó la primera de estas unidades. El casco mezclaba soldadura y remaches en algunas zonas. La nariz del Verdeja era redondeada, con una torreta basada en la del Panzer I y situada en la parte trasera del casco. Portaba un cañón anticarro de 45mm L/44 basado en el 45mm soviético modelo 1932 que portaba el T-26, con un ángulo de -8º a 70º. El armamento secundario consistía en dos ametralladoras MG-13 de 7,92mm. La suspensión era idéntica a la del prototipo inicial.
Verdeja Nº1 al lado de un T-26
El 20 de agosto de 1940 fue puesto a prueba frente al T-26, donde se llegó a la conclusión de que era superior gracias a sus cadenas preparadas para no descarrilar, por su mejor blindaje tanto en espesor como en disposición y por su comodidad. El punto negativo lo marcó el motor Ford que no alcanzó el rendimiento esperado. Su velocidad máxima era de 44km/h con una autonomía de 220km. Sus dimensiones eran de 4,5m de largo, por 1,57m de ancho y 2,15m de altura. Su peso de combate era de 6,5t. Llevaba 3 tripulantes (conductor, comandante/artillero y cargador/operador de radio.
Tras las pruebas, se le hicieron varias mejoras y reparaciones. En noviembre del mismo año se volvió a evaluar y el 2 de diciembre se solicitó la fabricación de 1000 unidades con el nuevo motor de 120CV. Sin embargo, ninguna empresa solicitó el contrato y finalmente no se produjeron más unidades. No es de extrañar que nadie quisiera la producción del Verdeja. Las empresas españolas tenían muy poca experiencia en cuanto a la fabricación de carros de combate y una adjudicación de este tipo conlleva a corregir errores y dar soporte.
El Verdeja Nº2
En el verano de 1941, D. Félix Verdeja decidió hacer una segunda versión del carro de combate haciendo algunas modificaciones importantes. En esta versión la torreta iba adelantada en vez de ir en la parte trasera como en el primer modelo. La torreta mantuvo el mismo aspecto pero con 25mm de acero y el blindaje frontal del casco se aumentó hasta los 10mm. El motor iba en la parte posterior del vehículo mientras que el conductor iba delante de todo.
El único prototipo fabricado se terminó en agosto de 1944. Las pruebas transcurrieron con lentitud y el prototipo fue desechado cuando se firmó el acuerdo con EEUU para la adquisición de varios vehículos blindados y carros de combate. El prototipo reside actualmente en la Academia de Infantería de Toledo, pero no está operativo.
Único Verdeja Nº2 construido
Obús Autopropulsado Verdeja
La necesidad de contar con artillería autopropulsada y el fracaso en la fabricación en masa del Verdeja Nº1 propició que el chasis de uno de los prototipos fuera reconvertido en un obús de artillería. En marzo de 1945 se retiró la torreta al Verdeja y se montó un cañón RR SECN de 75mm L/40 de fabricación española modificado para ser montado en un vehículo. Alrededor iba protegido por un escudo de 10mm que cubría el frontal y lateral para hacer frente a pequeños proyectiles y metralla.
Debido al pequeño tamaño del casco del Verdeja, llevaba 8 proyectiles de 75mm y el resto de la munición iba en un carro de municiones que podía cargar hasta 24 proyectiles. Se instaló un freno en la parte trasera para ganar en estabilidad y evitar que el vehículo retrocediera tras disparar.Para 1946, el proyecto se detuvo. Las prestaciones del Verdeja estaban obsoletas aun antes de comenzar a producirse y el prototipo pasó a formar parte de un expositor situado en el Polígono de Experiencias de Carabanchel.
A finales de los 40 se intentó montar un cañón de 88mm en un montaje externo, pero no pasó de la fase de proyecto.
Conclusiones
Los carros de combate Verdeja fueron un intento de crear un carro de combate autóctono que no cuajó. La Segunda Guerra Mundial creó una carrera armamentística entre las potencias de EEUU, Alemania y la URSS. España no estaba en condiciones de competir en esa misma liga y su industria, al contrario que las otras, no estaba preparada para ello. La industria, bien conocedora de que el contrato iba a suponer un calvario en todos los sentidos; plazos, costes no previstos, mantenimiento, sustitución de piezas defectuosas; evitó aceptar el contrato de producción.
El Verdeja Nº1 terminó con la Segunda Guerra Mundial ya empezada. Había modelos como el Panzer III o el T-34 que ya estaban en el campo de batalla y eran muy superiores. Incluso podemos hablar de modelos ligeros como la serie BT que también lo superaban en prestaciones. Además, la fabricación suponía importar material de fuera, algo impensable en esos momentos donde medio mundo estaba en busca de materiales necesarios para la industria armamentística.
El Verdeja Nº2 fue lastrado por el tiempo, más incluso que su predecesor. En 1943 hubo un acuerdo entre Alemania y España para facilitar algunos carros de combate nuevos. España solicitó 250 carros de combate dotados de un cañón de 45 o 50mm, pero a cambio recibieron 20 Panzer IV Ausf. H y 10 StuG III, muy superiores a los Verdeja, incluido el de artillería que usaba el casco del Verdeja Nº1.
Finalmente se hizo obvio que la industria española no tenía la experiencia necesaria para la fabricación de carros de combate y tras la guerra se empezaron a importar vehículos de EEUU.
Fuentes
- "Vehículos Blindados en España", Francisco Marín y Josep M.ª Mata, Tikal Ediciones, ISBN 978-84-9928-077-6.
- "Blindados en España 2ª parte: La difícil posguerra 1939-1960", Javier Mazarrasa, Valladolid, Quirón Ediciones, ISBN 84-87314-10-4
Artículo creado por ACB, el Mutie
Ha dado mal el ancho y el alto, porque el ancho es 2,15 m y el alto 1,57 m. (su publicación lo ha consignado erroneamente al revés).
ResponderEliminarUna de las características principales de los carros Verdeja era su bajísima altura.
Es solo una observación. Por lo demás se adecua bastante bien a la historia de este carro de combate.